Alguien dijo alguna vez que el hombre no está hecho para vivir solo, cuando nacemos traemos un compromiso innato con la vida, con el mundo y con los demás. Tenemos la responsabilidad de contribuir y hacer de nuestro mundo algo cada vez mejor, más feliz y más justo para todos. ¿Pero cómo contribuimos?¿Qué papel individual jugamos cada uno de nosotros en el progreso de nuestra civilización? ¿A qué llamamos progreso?
Ahora que vivimos la era de la globalización, lo bueno o malo que podamos hacer en una parte del mundo de alguna u otra manera terminará repercutiendo al otro lado. Entender este alcance y utilizarlo para el bienestar de los demás es una responsabilidad que debemos asumir cada uno de nosotros.