Vivir, todos vivimos biológicamente hablando. Obviamente no es esta la pregunta, sino si vivimos plenamente en todos los niveles en que existimos: en lo psicológico, mental y aún espiritual.
Es más, nos podemos preguntar, ¿para qué vivimos? ¿Qué sentido tiene la vida? Nos parece una pregunta importante porque de su respuesta depende el estilo de vida que vamos a forjar. ¿A qué he venido yo a la vida? ¿a divertirme? ¿a sufrir? ¿a trabajar? ¿a realizarme?...
Si tratamos de comprender la naturaleza humana, tal vez la respuesta, que siempre debe de ser individual, vaya apareciendo.