La palabra “humanidad” tiene un doble sentido: eso que nos hace humanos (en lo individual) o el conjunto de los seres humanos (en lo colectivo).
Individualmente podríamos preguntarnos : ¿Qué es eso que nos hace humanos? ¿Qué es lo que nos distingue de los animales? ¿Es pensar? ¿somos entonces solamente unos animales racionales?. Es decir: ¿el mero hecho de pensar, sea lo que sea que pensemos, nos da nuestra humanidad? Si alguien actúa con una evidente falta de bondad solemos decir que “se ha deshumanizado”. ¿Puede un ser humano perder su “humanidad”?
Colectivamente, ¿sabemos convivir entre nosotros? ¿Qué nos impide una real convivencia? Estamos en un momento paradójico, todos hemos repetido aquello de que “la unión hace la fuerza”, en cambio, miramos a nuestro vecino como si fuera nuestro enemigo.
“Vivir con” y “vivir contra” es una manera de expresar las preguntas en torno a las que girará nuestro diálogo: ¿Qué me otorga mi “humanidad”?, ¿sé vivir conmigo mismo?, ¿sé convivir con los demás?, ¿he aprendido a vivir con la Naturaleza y el mundo que me rodea?