155 años después del nacimiento del Barón Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna, hay aún más razones para recordar al hombre, su pensamiento y su obra. Su legado es enorme y son muchos los ángulos desde los que ese legado se puede examinar: sus ideas de la convivencia, la paz, el valor, la superación... están hoy más vigentes que nunca.